Ramón Farías
Después de ser alcalde por San Joaquín 12 años (3 periodos) y diputado por la misma cantidad de tiempo (3 periodos), este actor de profesión decidió volver al teatro, pero desde una arista nueva: El coaching. “Pretendo aprovechar todo mi conocimiento para enseñarles a los futuros candidatos a las próximas elecciones municipales todo lo que necesitan saber para enfrentar público: Saber cómo hablar, cómo manejar un discurso, etc.”, explica. Pero además de eso cuenta que es socio en un emprendimiento junto a su señora en un estudio de pilates y que desde hace 3 años está dedicado también a la fotografía semiprofesional: “De hecho todas las fotos que se ven en los afiches y ticketeras, por ejemplo, de la obra Viejas de Mierda, son mías”.
En cuanto a la política, dice estar enfocado 100% a lo que hace y por el momento no pretende ser candidato a ningún cargo de votación popular: “Me han ofrecido ser candidato a alcalde en varias comunas. De San Joaquín me lo han pedido harto, pero por el momento mi máximo acercamiento a ese mundo será a través del coaching. Pero no le cierro la puerta a nada, como dijo James Bond: nunca digas nunca”.
Jaime Ravinet
Desde los años setenta que Jaime Ravinet ha sido empresario desempeñándose en diversos rubros tales como el de los servicios, la manufactura, comercialización para la minería y también en el inmobiliario y agroindustria, “eso me mantiene muy ocupado y activo. Además, juego tenis, golf, hago esquí y voy al gimnasio… Pero lo que más me fascina es dedicarme a la familia y en especial a mis siete nietos”, cuenta. En cuanto al mundo municipal, dice verlo con mucho menos presencia que en la década de los noventa: “No veo mayores avances en una efectiva descentralización ni que se hayan transferido mayores atribuciones, competencias y recursos a los gobiernos locales”, explica. A la pregunta si volvería a la política, es enérgico en responder: “¡De ninguna manera! ¡20 años fueron suficientes! Y no me gusta cómo está política estos días: pequeña, liviana, sin liderazgos relevantes y muy sectaria. Nos hacen falta los nuevos Aylwin, Frei y Lagos”, finaliza.